El aprendizaje a través de la red es un punto importante de crecimiento que estamos viviendo en nuestro país y es que cada vez somos más los que optamos por la teleformación en lugar de la formación presencial que venía siendo habitual hasta ahora.
Esto se debe a que año tras año somos más las personas que, por un motivo u otro, preferimos formarnos a distancia en lugar de hacerlo en escuelas convencionales. En este sentido, ya sea por los desplazamientos, los madrugones o la conciliación, la realidad es que el sector online está en auge de un tiempo para esta parte, tal y como apunta David Plaza, uno de los CEO más conocidos de nuestro país y quien cuenta que: «A partir de los 20 años, la educación ‘online’ es la más eficaz”.
Así, como él bien dice, a partir de cierta edad optamos por formarnos a través de la red y esta edad es cada vez más baja. Esto se debe a que, entre otras cuestiones, una buena formación online nos permite:
- Calidad de vida. Con el estudio en línea el alumno no pierde tiempo con desplazamientos ni tiene que adaptarse a ritmos preestablecidos por la institución académica. En este sentido, de forma habitual, permanece en su ambiente familiar y logra conciliar mejor la vida personal con la vida profesional y la académica por lo que, en líneas generales, el resultado es una mejor calidad de vida.
- Uso autónomo del tiempo. La administración del tiempo en la educación a distancia es totalmente diferente de la que se realiza generalmente en la educación presencial. Los alumnos no tienen que asistir a clases en un momento determinado y pueden realizar las actividades cuando más les convenga, siempre y cuando respeten los tiempos de entregas, claro está. Esto ayuda en la conciliación de tareas y promueve la autonomía del alumno en la gestión de su tiempo.
- Pedagogía innovadora. En lugar de recibir las masterclass típicas de los cursos presenciales, los alumnos de los cursos en línea tienen acceso a contenidos disponibles en grandes bases de datos cuyo aprendizaje exige un papel más activo del estudiante. Así, el estudiante tiene la oportunidad de ampliar constantemente lo que ha estudiado y de crear y compartir conocimientos con otros alumnos que están en su misma situación, tal y como apuntan los expertos en preparación de oposiciones a través de la red de Preparadores Valladolid, quienes se sirven de la tecnología para ofrecer una experiencia única e innovadora a sus alumnos.
- Acceso ilimitado. Al revés de lo que sucede en los cursos presenciales, el acceso al ambiente de aprendizaje de los cursos a distancia no se limita al horario de las clases o la apertura de la institución educativa. Siempre que el alumno quiera, puede entrar a la plataforma de formación virtual para acceder a todo el contenido, realizar las actividades e interactuar con los alumnos y profesores.
- Alumnos del mundo entero. La educación a distancia ofrece la posibilidad de conocer gente y compartir la experiencia educativa con personas del mundo entero. Como no hay el deber de asistir a clases presenciales, la virtualidad permite que personas de diferentes países se conozcan, en función de los mismos intereses académicos.
- Nuevas competencias. El uso de plataformas virtuales para el aprendizaje a distancia ayuda a desarrollar en el alumno muchas de las competencias que se buscan hoy día en el mercado de trabajo. El estudiante tiene que ser más activo y autónomo, estar constantemente actualizado, ser comunicativo y disciplinado, saber manejar la diversidad de puntos de vistas de alumnos y profesores de todo el mundo y, sobre todo, saber encontrar las informaciones ciertas e interpretarlas.
- Con el uso de la plataforma virtual, el acceso al contenido de los cursos se puede hacer desde cualquier lugar y en cualquier dispositivo que tenga las características necesarias para eso, como teléfonos móviles o tabletas. Esto amplía sustancialmente la forma y posibilidades de contacto con el contenido, volviéndolo más práctico que llevar libros y materiales impresos.
- Por medio de los foros y espacios de interacción, los alumnos tienen la oportunidad de interactuar constantemente entre sí para compartir dudas y afinidades. Además, tienen la posibilidad de establecer contacto directo con profesores y tutores para aclarar puntos del contenido o realizar consultas individuales.
Los costes, uno de los mayores atractivos de la enseñanza a distancia
Tan solo hace falta que hagamos una búsqueda rápida por internet para darnos cuenta de que los cursos a distancia generalmente cuestan menos que los cursos presenciales, debido a la ausencia de costes de alquiler, mobiliario y reformas por parte de la institución que los imparte, ya sea esta pública o privada. Además, otro de los grandes alicientes es que los alumnos no necesitan gastar dinero en el transporte ni en la alimentación fuera de casa, pero si a eso le sumamos que los materiales didácticos ya están incluidos en la mensualidad y muchas veces son enviados a domicilio, lo cierto es que el atractivo económico es uno de los más interesantes de este tipo de formaciones.