Hace 50 años, todo lo relacionado a los negocios se manejaba con grandes volúmenes de documentos que tenían todos los registros de las operaciones diarias, semanales, mensuales y anuales. Todo eso era registrado con disciplina para poder recurrir a ellos si llegase a ser necesario. Y si bien esta era la manera de hacerlo en su momento y funcionó durante mucho tiempo, en la actualidad hay muchas otras opciones que nos permiten ser mucho más eficientes.
La tecnología nos permite optimizar tiempo, espacio y por supuesto, dinero. En los negocios es fundamental que todos los procesos sean lo más sencillos posibles, sin que esto afecte su calidad, y gracias a los avances tecnológicos, lo que antes era un enorme archivador lleno de documentos, hoy se convierte en un par de carpetas dentro del ordenador.
En la actualidad, cualquier negocio que aspire a mantenerse en el tiempo, debe trabajar de la mano de las tecnologías, pues la era digital nos permite crecer en poco tiempo lo que antes se demoraba años. Y es que las redes sociales, las ventas por internet, el marketing digital, son herramientas que a día de hoy son prioritarias para un negocio que quiera mantener sus puertas abiertas y llegar a más y más personas.
Todo esto es evidente y lo vemos día a día, pero lo que no podemos ver fácilmente es todo el trabajo que debe hacer un negocio en relación a su seguridad digital para que pueda crecer y funcionar a largo plazo. Por lo general, cuando pensamos en seguridad digital, se nos viene a la cabeza las claves de acceso para los correos electrónicos o redes sociales, pero si hablamos de una empresa, las cosas en relación a ella, son mucho más complejas.
Según el equipo humano de Profiture, software para gestión de gestorías y especialistas en gestión de asesoría, gestorías y despachos profesionales en la nube, la seguridad digital se define como el área de la informática que se enfoca en la protección de la infraestructura computacional y todo lo relacionado con ésta, especialmente la información contenida o circulante. Para ello existen una serie de estándares, protocolos, métodos, reglas, herramientas y leyes concebidas para minimizar los posibles riesgos a la infraestructura o la información.
La seguridad informática comprende software, hardware y todo lo que la organización valore y signifique un riesgo. Y es que si esta información confidencial llega a manos de otras personas, se convierte automáticamente en un riesgo para toda la organización, lo que evidentemente se traduce en pérdida de la confianza de sus clientes y aliados comerciales.
La realidad es que las empresas manejan gran cantidad de información, variada y enfocada a la razón de la empresa, es por ello que los datos e información son el activo más importante que poseen (ya sea relativa al método de trabajo, a procesos o a estadísticas); tanto por su valor, como por lo vulnerable que puede ser una empresa donde dicha información no se protege.
Aunque la seguridad digital no se encarga sólo de la información almacenada en forma digital, utilizar la tecnología es fundamental para la agilización de los procesos. Pero así como las tecnologías evolucionan, como empresa debemos asumir los cambios que esto implique, para así poder mantener los procesos de forma eficaz. Sin embargo, este proceso tan cambiante muchas veces hace que se pierda el control de la seguridad digital, pues no se pone la atención suficiente en los errores o rupturas en los entornos que conlleva a la vulnerabilidad ante ataques informáticos.
Así, para proteger la información y con ello la empresa, es necesaria la auditoría informática. Estos procesos alertan los posibles nudos vulnerables de los sistemas de información.
Hay algunos aspectos básicos que son importantes si queremos una seguridad digital funcional y son:
- Realizar Backups
- Crear Cuentas de Usuarios para cada empleado
- Identificar la Información clave
- Filtrar los correos entrantes y salientes
- Encriptar los archivos digitales externos
- Implantar protocolos de seguridad para compartir archivos
- Delegar funciones en cuanto a la gestión de información
¿Qué podemos hacer como organización para trabajar la seguridad digital positivamente?
La seguridad digital es un aspecto de la empresa que le compete a toda la plantilla, no solamente a los encargados del manejo de las computadoras, por ello es importante involucrar a todos.
Estas son algunas de las medidas que podemos tomar para que el personal pueda entender lo importante que es la protección de todo lo que involucra los procesos y trabajos digitales:
Generar cultura de seguridad digital en todo el personal
La información es el diamante de la corona que buscan los ciberdelincuentes, y la vulnerabilidad del factor humano frente a la protección es aprovechada por ellos. Las siguiente acciones pueden ayudar a minimizar los riesgos:
- Implementación de políticas de seguridad.
- Buenas prácticas empresariales.
- Mecanismos de seguridad de la información.
- Acuerdos de confidencialidad.
- Crear campañas de comunicación, pedagógicas, de capacitación y de toma de conciencia frente al ciberriesgo.
Implementar un mecanismo de seguridad de la información
Como mencionamos antes, crear una red digital segura para el negocio es un proceso que toma su tiempo. Por ello hemos enlistado las etapas fundamentales que se deben implementar a la hora de poner en marcha un mecanismo para la seguridad de la información.
- Identificación de activos hardware y software: Dentro de estos activos podemos encontrar servidores, portátiles, tabletas, móviles, equipos de red local, entre otros que hagan parte de los procesos vitales del negocio o la empresa.
- Evaluación de activos: Otorgar un valor cualitativo o cuantitativo a los activos y tener en cuenta atributos de estos como: disponibilidad, confidencialidad o integridad.
- Identificación de amenazas y vulnerabilidades: Las amenazas como factor de origen físico, fugas de información, incendio o robo de equipos pueden ser un ejemplo.
- Evaluación de amenazas: Identificar la probabilidad y el impacto en caso de que una amenaza afecte a un activo.
- Identificación de medidas de seguridad existentes: Estas medidas disminuirán la probabilidad o el impacto de determinadas amenazas, lo que conlleva a un riesgo menor. Algunas preguntas que debemos contestar en este particular son: ¿Se cuenta con antivirus para los equipos?, ¿Los software o servidores de la empresa están alojados en la nube?, ¿Los activos están asegurados?, ¿La gestión de contraseñas es fuerte?
- Evaluación de riesgos: Luego de identificar las medidas de seguridad, se obtendrán los riesgos reales a los que en el momento del análisis estará expuesta la empresa.
- Análisis de riesgos: A partir de aquí se debe definir un plan de tratamiento de riesgos que recoja las acciones se van a realizar para controlarlos.
Ponerse en los zapatos del cliente ayuda a mejorar la seguridad digital del negocio
Cuando se tiene un negocio no solamente se debe pensar como el proveedor de un servicio o producto. Es fundamental que pensemos en cómo seríamos como clientes, pues de esa manera podremos resolver las dudas más grandes en relación a los procesos digitales.
Ponerse en el lugar de la contraparte es necesario para crear procedimientos de atención al cliente, así como también buscar las formas más eficientes de protegerlos. Es importante entender que la única manera de ofrecerle seguridad a nuestros clientes, es siendo responsables de la seguridad digital del negocio, ya que al cuidarnos nosotros, los cuidamos a ellos.
Cifrar la información es una buena opción
Cuando hablamos de seguridad digital, existen muchas alternativas para proteger la información de las amenazas de la red. Los antivirus, antispyware, firewall, son algunas de estas alternativas que detienen el acceso de algún virus malicioso que quiera interferir en el sistema.
Sin embargo, una de las formas más eficaces y confiables es el cifrado de datos, ya que permite compartir información y que llegue en forma segura. El cifrado tiene su origen en la criptografía, que fue desarrollada por los sistemas computacionales para que con una serie de protocolos (que actúan como intermediarios entre el sistema y la red), se resguarde la información.
El cifrado utiliza los algoritmos de la criptografía para garantizar que el mensaje llegue seguro a su destino, este trabajo se realiza con dos tipos de claves criptográficas:
- Orden Simétrico: donde se utiliza una misma clave para cifrar y descifrar.
- Orden Asimétrica: donde se utilizan claves diferentes, por ejemplo, una clave para cifrar llamadas, y claves públicas y otra para descifrar el mensaje que se denomina claves privadas.
La seguridad de este procedimiento está basada en que la entidad que no posea las dos claves para cifrar y descifrar no podrá compartir la información sin que sea interceptada por extraños. Así, las claves de encriptación cifran los datos importantes, tales como: claves de acceso, nombres de usuarios, los aportados a un formulario, cuentas bancarias, manteniéndolos resguardados, por lo que es un método que debería ser aplicado en las empresas para resguardar tanto su información y la de sus usuarios o clientes. Según estadísticas mundiales, se aspira que las empresas crezcan en 5 años un 100%, siempre y cuando tengan buenos sistemas de seguridad digital, pues de lo contrario son más vulnerables a ataques electrónicos que pueden hacerles perder mucho dinero anualmente. Por ello es tan importante considerar la inversión en seguridad digital como una inversión que protege el patrimonio del negocio, a toda la plantilla y a todos los clientes y aliados.